sábado, 28 de noviembre de 2009

La libertad de expresión que queremos y no tenemos



Libertad de expresión no es sólo decir lo que quiero...


Libertad de expresión sería poder decir lo que pienso
sin temor a represalias.
Libertad de expresión sería poder decir lo que pienso
sin esperar que llegue un grupo de encapuchados
a grafitear la puerta de mi casa.
Libertad de expresión sería que los trabajadores de cualquier entidad pública o privada pudiesen pertenecer al partido o sindicato que les de la gana sin por ello
perder el cargo o la libertad.
Libertad de expresión sería dar una opinión sin ser inmediatamente humillado públicamente por ello.
Libertad de expresión, la misma que ya no existe en el país, sería poder decirle a Hugo Rafael Chávez Frías que estamos arrepentidos de haberlo elegido y esperar que el día siguiente transcurra normal y sin novedades.
Libertad de expresión sería haber votado "NO" a la reforma de la Constitución esperando respeto por ese "NO" en lugar de imposiciones contrarias a lo votado

Y es que la gente no quiere decir lo que realmente piensa. La gente "pasa agachada" porque no se sabe nunca quién te puede escuchar y lo que te pueden hacer
.
Los Oficialistas huelen la adrenalina. Son como perros rabiosos que atacan al que más asustado ven. Saben cuándo y quién puede reaccionar y también saben cómo neutralizarlo.Así como fue neutralizada Venevisión. Así como neutralizaron RCTV. Así como sin lugar a dudas intentarán neutralizar a Globovisión .
El pueblo tiene miedo y prefiere seguir calándose la larga lista de aberraciones políticas, sociales e ideológicas que nos están imponiendo, antes de dejar hablar a su alma.
¡Qué tiempos aquellos cuando la gente salía con sus banderas blancas, verdes, naranjas o rojas a defender el color de su idea y lejos de sentirse amenazados, se divertían!

Se que digo lo que pienso, pero no crean ustedes que eso es porque gozo de libertad de expresión. Porque toda vez que doy click a "publicar" la sangre se agolpa en mi cabeza. Y me pregunto: ¿Llegaré a casa sin conseguir la puerta de mi hogar grafiteada o la santa maría de mi negocio golpeada? ¿Me meterán presa con cualquier excusa?

Debe el mundo saber que nos están apagando las luces poco a poco. Y puede llegar el día en el que ya ni siquiera con miedo se escuche voz alguna oponiéndose al oprobio, al odio, la vendetta y la corrupción. Es decir, oponiéndose al actual gobierno
No se a dónde conduzca todo esto. Pero por favor, sobrepongámonos al miedo. Es mucho y muy fuerte lo sé. Pero nuestros hijos merecen otro futuro que éste que se está gestando hoy, aquí, ante nuestras miradas impávidas.

Muy humildemente les pido perdón.
Desde mi impotencia y mi aturdido asombro, les pido perdón, porque yo voté por ese hombre, sin saber que con ese voto estaba dándole una estocada al corazón de mi patria...
¡Jamás podré perdonármelo!
Caracas 26 de mayo de 2007

No hay comentarios:

Publicar un comentario